La fibromialgia es un trastorno caracterizado por dolor musculoesquelético generalizado acompañado por fatiga, problemas de sueño, memoria y estado de ánimo. Las personas con fibromialgia pueden ser más sensibles al dolor que aquellas que no tienen este problema de salud, por lo que dicen que tienen una percepción anormal del dolor.
Como suele ocurrir con los pacientes que sufren de dolor crónico aparece hiperalgesia, mayor sensibilidad al dolor, o sensación de dolor por encima de lo esperable según el estímulo y también tienen alodinia, que se podría definir como el dolor producido por estímulos que normalmente no son dolorosos.
¿Qué causa la fibromialgia?
La mayoría de investigadores creen que la estimulación nerviosa de manera repetida provoca cambios en el cerebro y en la médula espinal de las personas que tienen fibromialgia y este cambio está relacionado con un aumento anormal de los niveles de ciertas sustancias químicas en el cerebro que transmiten las señales del dolor.
Además, los científicos señalan que los receptores del dolor del cerebro desarrollan una especie de memoria del dolor y es por ello que se hacen más sensibles, lo que significa que pueden reaccionar de manera desproporcionada ante las señales de dolor y de no dolor.
Los factores que pueden llevar a estos cambios son los siguientes:
Genética: la fibromialgia suele ser hereditaria por lo que podría haber ciertas mutaciones genéticas que probablemente hagan a la persona que lo padece, más sensible al dolor.
Infecciones: algunas enfermedades pueden desencadenar o agravar la fibromialgia.
Sucesos físicos o emocionales: la fibromialgia puede desencadenarse por un suceso físico, como un accidente de tránsito, o por un suceso emocional, como lo es el estrés psicológico prolongado.
¿Cuáles son los síntomas?
Entre los principales síntomas de la fibromialgia están:
Dolor Generalizado: el dolor asociado a la fibromialgia muchas veces se describe como un dolor leve, molesto y constante que dura al menos tres meses. Para que el dolor sea clasificado como generalizado este se debe sentir en ambos lados del cuerpo, por encima y por debajo de la cintura.
Fatiga: las personas que padecen de fibromialgia con frecuencia se despiertan cansadas aunque algunas personas manifiestan que duermen mucho. Pues con mucha frecuencia, el sueño es interrumpido por el dolor que sienten, lo que desencadena un trastorno del sueño. Además, desarrollan el síndrome de las piernas inquietas y de apnea del sueño.
Dificultades cognitivas: un síntoma comúnmente llamado “fibroniebla” es el que dificulta la capacidad de enfoque, atención y concentración mental.
Los estudios demuestran que la fibromialgia a menudo no está sola sino que es “acompañada” por otras afecciones como: síndrome de colon irritable, síndrome de fatiga crónica, migraña y otros tipos de dolores de cabeza, cistitis intersticial o síndrome de vejiga dolorosa, trastornos de la articulación temporomandibular, ansiedad, depresión y síndrome de taquicardia postural.
¿Cuáles son los factores de riesgo?
Cualquier persona es candidata a tener fibromialgia pero es mucho más común en las personas que cumplen con las siguientes características:
Mujeres: tienen el doble de probabilidades de tener fibromialgia.
Personas de edad mediana
Personas con algunas enfermedades como lupus, artritis reumatoide y espondilitis anquilosante.
Personas con familiares que tengan fibromialgia.
¿Cómo se diagnostica la fibromialgia?
La fibromialgia es difícil de diagnosticar y en ocasiones se necesita haber pasado por varios médicos para obtener un diagnóstico definitivo, esto es porque no existe una prueba específica para detectar si una persona tiene o no fibromialgia, y sus principales síntomas como el dolor y la fatiga son comunes en la mayoría de enfermedades. Es por ello que los médicos se ven obligados a descartar otras causas de los síntomas antes de hacer un diagnóstico de fibromialgia por medio de un diagnóstico diferencial.
