La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha asegurado que la segunda causa de muerte en el mundo es el cáncer, anualmente mueren alrededor de 9 millones de personas a causa de este mal.
El cáncer es una enfermedad Lamentablemente frecuente que afecta a distintos órganos y sistemas del organismo en los que se puede utilizar el cannabis para: aliviar los efectos secundarios de la quimioterapia y radioterapia, aliviar los síntomas de la enfermedad en sus distintas etapas y para usarlo como antitumoral.
Cannabis en el tratamiento del cáncer aliviando los efectos secundarios de la quimio y radioterapia: Los beneficios que aportan los cannabinoides se notan en la mejoría ante las náuseas y vómitos, además otorga el alivio del dolor presente en algunos tratamientos de quimioterapia o radioterapia y reduce el malestar general.
Cannabis en el tratamiento del cáncer aliviando síntomas de la enfermedad y/o su impacto en distintas etapas: está orientado a dos objetivos, el primero es que sea usado como un complemento terapéutico para poder tratar la pérdida del apetito, el dolor, los trastornos del sueño, la afectación de la calidad de vida y para mejorar el estado de ánimo. Y el segundo objetivo es el uso paliativo, donde se buscan los mismos beneficios pero enfocándose en pacientes con cáncer terminal, por lo que se le da mayor importancia al efecto psicoactivo del THC pues ayuda a que el paciente disminuya el sentimiento de angustia en la fase terminal y obtenga una sensación de bienestar, relajación y desapego de la situación real. Efectos que causan alivio en el paciente y en la familia que no ve sufrir a su familiar.
Cannabis en el tratamiento del cáncer como agente antitumoral: esta es la última aplicación que se le da al cannabis y a los cannabinoides en el tratamiento del cáncer y está relacionada con tres acciones, como es la apoptosis (vía de destrucción o muerte celular programada o provocada por el mismo organismo, con el fin de controlar su desarrollo y crecimiento, que puede ser de naturaleza fisiológica y está desencadenada por señales celulares controladas genéticamente) de las células tumorales sin afectar las sanas, también ayuda en la inhibición del factor formador de vasos sanguíneos reduciendo la nutrición tumoral, y por último, el cannabis también ayuda en la inhibición del factor de migración celular reduciendo su potencial de propagación y metástasis.
Todo lo escrito líneas arriba ha sido demostrado en cánceres tanto de origen animal como de personas. También existen algunos reportes donde se habla de reducción tumoral, sin embargo, no hay estudios suficientes que puedan probarlo y determinar las dosis requeridas para lograr la eficacia. A la fecha, solo se ha demostrado que el cannabis aumenta la eficacia de los tratamientos protocolizados para distintos tipos de cánceres como el de mama, próstata, cerebro y colon; sin embargo, si solo se usa cannabinoides sin el tratamiento estándar la eficacia disminuye.
La suma de cannabis y cannabinoides en el tratamiento del cáncer puede usarse para tratar los efectos secundarios de la quimio y radioterapia, además, se puede usar para calmar algunos síntomas del cáncer como parte del tratamiento paliativo y antitumoral y se recomienda usarlo como parte de un abordaje oncológico integral.
