Cuando hablamos de la planta del cannabis siempre surge la pregunta ¿de dónde apareció? ¿Quién la descubrió? ¿Siempre existió o la crearon los seres humanos? En el artículo de hoy despejamos esas y más interrogantes. Muchas personas han intentado unir la historia del cánnabis por pequeñas partes, sin embargo, hoy la contaremos de la manera más completa posible.
Más de una vez hemos escuchado que la naturaleza es sabía y que todo lo que pasa es porque esta es perfecta y tiene una armonía que hace encajar todo. Incluso antes que nosotros existamos en la Tierra, la naturaleza ya existía, tiene millones de años, se ha ido adaptando y preparando para recibir al ser humano en el mundo. De esa manera, cuando el humano llegó a la Tierra encontró todo lo necesario para poder vivir y cuidar de sí mismo.
La historia del cannabis data aproximadamente del año 2737 antes de Cristo, cuando algunos pobladores de la zona de China la usaban como un recurso para lograr estar eufóricos, como se describió en el compendio médico chino de la época. Sin embargo, algunos conocedores de la materia señalan que esta planta es la que tiene los registros más antiguos de toda la historia de la humanidad. La evidencia más reciente es del año 500 antes de Cristo, pues se encontró cenizas de THC de esa época.
El cannabis apareció, como lo mencionamos en el párrafo anterior, en China, luego pasó a la India, al norte de África y llegó a Europa. Desde entonces, el cannabis se ha ido abriendo paso llegando a cuanto lugar uno pueda imaginar. Su uso ha variado dependiendo de cada cultura y de los momentos históricos de cada país.
La leyenda cuenta que los dioses batieron el océano de leche para obtener amrita (un néctar divino), sin embargo, lo que obtuvieron fue cannabis (bhang en sánscrito), los demonios también intentaron conseguir el cannabis, pero fracasaron en el intento, es así que los dioses le pusieron al cannabis el nombre de vijaya, que tiene como significado, victoria. Es por eso que los hindúes creen que confiere poderes extraordinarios. En un texto antiguo del Atharvaveda, que fue redactado entre el año 1500 y 1200 antes de Cristo, se describe al cannabis como una planta mágica y con propiedades curativas.
El enfoque y el valor que le dieron al cannabis fue porque ayudaba a las personas que tenían reumatismo, gota, malaria y también mejoraba la atención de las personas que sufrían de déficit de atención, algunos también mencionaron las propiedades intoxicantes si se consumía de forma indiscriminada. Sin embargo, los ciudadanos de la época le dieron mayor importancia a sus propiedades positivas.
Cada país eligió el uso que le daban, por ejemplo, en la China, lo usaron como medicina, en la India su uso fue recreativo, los musulmanes también lo usaron de manera recreativa, pues, al estar prohibido el consumo de alcohol por el Corán optaron por usar el cannabis como sustituto.
En la actualidad, los rumores y prejuicios que rodean a esta planta, han ido desvaneciéndose poco a poco, pues la ciencia le ha dado otro enfoque y ahora es valorada por su gran potencial. El 24 de enero del 2019, la Organización Mundial de la Salud (OMS), recomendó que la regulación que tenía el cannabis cambie pues, a la fecha, está considerada como una sustancia psicoactiva y, por ende, aparece así en los tratados de fiscalización.
El cambio que pidió la OMS incidía principalmente en que los derivados del CBD dejarán de considerarse como psicoactivos y ello borrará al Cannabis de los convenios internacionales de control de sustancias psicoactivas.
Esto quiere decir que, para la Organización Mundial de la Salud, el Cannabis es un agente medicinal y por ello están avanzando las investigaciones y el desarrollo de tratamientos con CBD. A la fecha, el cannabis se usa como: fibra textil, aceite para lámparas, insumo para la fabricación de cuerdas, cestería, papel y ropa, también es usado como material de construcción, aislante térmico y acústico, entre otros.