Plantas y hierbas psicoactivas

Desde tiempos inmemoriales, el ser humano y muchos otros animales han utilizado las plantas con fines no meramente alimenticios. De hecho, las propiedades medicinales de los vegetales están en el origen mismo del desarrollo de las medicinas. Entre estas propiedades, la psicoactividad ha demostrado ser de una notable importancia antropológica, pues la búsqueda de estados alterados de conciencia se puede rastrear en todas las épocas y culturas.

El uso no tradicional de hierbas, árboles y arbustos ha ido introduciéndose en el mundo occidental, en diversos círculos, para luego experimentar toda una expansión poblacional, acrecentada con la llegada de internet. Algunas de estas plantas y hierbas pertenecen al conjunto denominado nuevas drogas psicoactivas.

Las nuevas drogas psicoactivas se definen como aquellas sustancias que no están fiscalizadas aún a nivel internacional, pero que suponen un riesgo potencial para la salud pública. En este mismo concepto cabe incluir también las nuevas formas y contextos de uso o los nuevos medios de distribución de drogas ya ilegalizadas.

De la importancia epidemiológica de las nuevas drogas psicoactivas en general, y de los coloquialmente conocidos como “herbal highs” en particular, dan cuenta multitud de trabajos científicos, así como informes de organismos internacionales que apuntan hacia los vegetales como una fuente en auge de nuevas drogas psicoactivas entre la población joven.

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¿Cuáles son las plantas y hierbas psicoactivas?

Ayahuasca: 

Esta planta es originaria de la cuenca amazónica, el ayahuasca provoca efectos sedantes y alucinógenos, tanto visuales como auditivos. Se utiliza para “viajes astrales”, con la ayuda de un chamán o un guía.

Se trata de un preparado vegetal cocido a fuego, originario de poblaciones indígenas amazónicas, que ha sido utilizado tradicionalmente en rituales espirituales, de premonición y de sanación. Desde inicios del siglo XX su consumo forma parte también de las ceremonias de congregaciones religiosas como la Santa Daime en Brasil, si bien en las últimas décadas se han ido conformando grupos adscritos a estos rituales por todo el mundo.

El ayahuasca se consume, también, dentro de colectivos urbanos, con objetivos artísticos y de crecimiento personal, cercanos a la filosofía New Age. La ingestión como sacramento religioso está contemplada en países que disfrutan de un cierto grado de libertad de culto. Los primeros síntomas tras la ingestión de la pócima, de potente sabor amargo, son las náuseas y los vómitos cerca de una hora después de la toma. De manera progresiva, aparecen visiones de colores y de formas geométricas.

El individuo puede experimentar una desconexión total con el medio, presentar vivencias de distorsión del espacio, del tiempo, de la identidad, así como de los significados de los recuerdos. La intoxicación ha sido definida como una experiencia del sueño con plena conciencia. El aspecto afectivo es muy notable: puede ocasionar desde euforia a intensa angustia. En ocasiones, el sujeto disfruta de “experiencias cumbre”, con un profundo sentido de trascendencia, pero todo tipo de vivencia depende de las características del entorno, de la preparación y las expectativas que tenga la persona, así como de la compañía o de la actuación del guía.

El ayahuasca es considerada como una pócima segura, pues muchas de sus sustancias se encuentran de manera natural en plantas, hongos y animales. Las complicaciones del consumo se relacionan con la activación del sistema nervioso vegetativo simpático y se han descrito casos aislados de fallo renal agudo y de rabdomiólisis.

El ayahuasca ha sido estudiado por sus efectos beneficiosos sobre el sueño REM y de ondas lentas, así como en la terapia del párkinson e incluso como protector frente a neoplasias. No obstante, es en el tratamiento de adicciones a sustancias donde ha acumulado mayor evidencia clínica terapéutica.

Ololiuqui: 

Este término se refiere a las semillas de Rivea Corymbosa, una enredadera leñosa, natural del continente americano. Sus raíces son fibrosas y delgadas, sus semillas son redondas y de color café. Se utiliza ampliamente en Oaxaca (México) pues se le atribuyen múltiples capacidades medicinales.

La Ipomoea violacea, llamada también como gloria de la mañana, dondiego de día, matacabras o badoh negro, es una planta herbácea de la familia de las convolvuláceas, es natural de centroamérica y ha sido extendida por los países tropicales e introducida en Europa como planta ornamental, sus semillas son negras y angulosas.

La Argyreia Nervosa, conocida popularmente como Rosa de Madera Hawaiana, es una trepadora originaria del subcontinente indio cuyas hojas son usadas como antiséptico y antiinflamatorio en medicina ayurvédica. En Occidente es cultivada con fines ornamentales, sin embargo, sus semillas cuentan con un poder psicoactivo muy popular entre sus consumidores, por esa razón se trata del tercer producto legal más solicitado en Reino Unido a través de internet pues la quieren usar de forma recreativa.

Si las semillas de estos vegetales son ingeridas enteras o incluso partidos, no ocasionan ningún efecto, por lo que es necesario que se muelan finamente. Los efectos suaves y moderados empiezan a aparecer con unas cinco semillas de Argyreia nervosa o con unas veinte semillas de Ipomoea. Las semillas de Rivea Corymbosa tienen una potencia considerablemente menor que las de Ipomea. Los principios activos son lisergamidas, es decir están estructuralmente relacionadas con el LSD, y en este tipo tenemos la ergina, la isoergina o la ergonovina. Su acción está mediada por receptores serotoninérgicos en el sistema nervioso central, así como dopaminérgicos y adrenérgicos, que están a nivel periférico.

La intoxicación provoca alucinaciones visuales, táctiles, somáticas y tiene como característica principal la sinestesia (sensaciones de una modalidad sensorial particular a partir de estímulos de otra modalidad distinta). Se distorsiona la vivencia del tiempo y espacio. En altas dosis se pierde la conciencia de sí mismo. Se pueden dar desde estados de angustia psicótica a otros de felicidad extática.

Con respecto al consumo de Argyreia nervosa, los usuarios suelen contar sobre una experiencia más confusa con respecto a la producida por el LSD. No es de extrañar, pues las semillas de esta planta contienen también alcaloides tropanos de efecto anticolinérgico.

Las complicaciones de la intoxicación aguda se relaciona con los estados graves de angustia, trastorno paranoides o conductas de riesgo en situaciones de pérdida del contacto con la realidad. Muy raramente se vincula la sustancia con una toxicidad intrínseca, pero ha sido relacionado con trastornos afectivos, trastornos psicóticos mantenidos y con comportamientos suicidas en población que es muy susceptible.

Amapola: 

Esta planta es de la especie llamada Papaver y por esa razón recibe el nombre científico Papaver Rhoeas, su nombre viene de pap que tiene como significado “hinchado”, esto es en alusión a la forma globosa del fruto. La amapola ha acompañado al ser humano “en su conquista del mundo, mezclando sus semillas a las de los cereales”, ha sido utilizada desde hace más de 2000 años por sus supuestas acciones béquica (eficaz contra la tos), emoliente y ligeramente narcótica. Su uso se mantiene vivo a lo largo del tiempo, si bien con un giro en sus tendencias de consumo.

La intoxicación ha sido descrita tras un consumo gastronómico elevado, de entre 250 y 500 gramos de planta cocinada, como un cuadro de molestias gastrointestinales (náuseas y vómitos), ligera sensación disneica, miosis y leve toxicidad neurológica (inquietud, confusión, somnolencia, sacudidas y entumecimiento de extremidades). Ocasionalmente se ha comunicado alguna muerte por un consumo excesivo no intencional. No obstante, la principal causa de intoxicación mortal es por la confusión que se da entre la amapola pluri colorida o adormidera (Papaver Somniferum) con la Papaver Rhoeas, la primera es la fuente original de los alcaloides opiáceos, que son potencialmente mortales como lo es la morfina, la codeína, la tebaína o la noscapina, los cuales no están presentes en la amapola (Papaver Rhoeas).

La búsqueda de sus efectos psicotrópicos la ha situado en el punto de mira del refinamiento psiconáutico experimental, el que ha sido difundido mediante la web en los foros de reducción del daño asociado al consumo de drogas, en los que se informa que la planta puede ser consumida en forma de infusión, hojas y flores secas desmenuzadas para ser fumadas, o la concentrada decocción de partes secas del vegetal entero con suficientes narcotizantes para considerarlo un producto opiáceo.

El principal compuesto al que se le atribuye esta sintomatología es la rhoeadina, un alcaloide particularmente común en las especies rhoeas del género Papaver, la cual está identificada en menor medida otros compuestos nitrogenados como reagina o rearrubina, estos son de similar composición y su uso se aplica a las americanas california poppy (Eschscholzia Californica) y al cardo santo o chicalote (Argemone mexicana).

Ephedra Spp: 

La efedrina es el proto alcaloide fundamental de los arbustos del género Ephedra, llegando al 90% del total de principios activos en las especies asiáticas, por ejemplo, Ephedra Sinica, no así en las europeas y americanas, cuya proporción puede ser nula. Esto es debido al alto contenido farmacológico que existen en las variedades orientales, por lo que la medicina tradicional china se ha valido del matorral desde hace milenios para paliar los problemas de constricción bronquial, cuadros alérgicos y, al igual que el café, el khat, betel o la coca en otros lugares del planeta, han servido como estimulantes para mitigar el hambre y para combatir la fatiga laboral.

La molécula precedente naturalmente de las anfetaminas, cuya producción comenzó en Estados Unidos en el año 1930, bien pudo haber sido la primera de los remedios herbales chinos en utilizarse en medicina occidental, si bien la mayor parte de lo que se consume es un fármaco de síntesis, químicamente se trata de una anfetamina sustituida que actualmente se encuentra en la Tabla de la Lista Roja de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes como precursor de sustancias ilícitas, pues tiene una amplia utilización en la elaboración de metanfetamina.

En Occidente, se consume extensamente por el colectivo de deportistas, pues lo utilizan como suplemento dietético para bajar de peso y mejorar el rendimiento atlético. Es por esa razón que la efedrina (proveniente de la ephedra spp) está en la lista de las sustancias y métodos prohibidos por la Agencia Mundial Antidopaje. En todo caso, su eficacia como adelgazante y potenciador muscular es muy moderada, en el caso de largos periodos de tratamiento con un fin en específico ha mostrado una toxicidad no admisible.

En diciembre del 2003, la FDA declaró prohibidos todos los suplementos dietéticos que contengan efedrina. Según un comunicado dado a Estados Unidos, desde el año 2002 hasta el 2013 se habría producido un descenso en el 98% de las intoxicaciones mayores o letales por consumo de efedrina.

La efedrina actúa como excitante del sistema nervioso central, vasoconstrictor periférico, hipertensivo, broncodilatador e impelente del centro respiratorio. Existen varios preparados comercializados a base de hidrocloruro de efedrina, pseudoefedrina hidrocloruro y pseudoefedrina sulfato, con indicaciones terapéuticas derivadas de su acción simpaticotonica. Su estrecho margen terapéutico puede causar síntomas de intoxicación con sólo doblar o triplicar la dosis terapéutica recomendada.

Kanna: 

Esta planta es la especie más conocida del género Sceletium, la cual es consumida tradicionalmente en el África subsahariana por Khoisan, grupos humanos ancestrales que viajaban grandes distancias e incluso comercializaban con la planta, buscando sus efectos embriagantes, fundamentalmente la seudo relajación, euforia suave, analgesia, supresión de la sed y el apetito. Hoy en día es un producto que se encuentra disponible como tintura, tabletas, cápsulas o en polvo a precios accesibles en tiendas virtuales o en Coffeeshops de Holanda.

Se han identificado una vasta y poco conocida cantidad de alcaloides en las especies de Sceletium, en diferentes proporciones según la variedad, edad y estado orgánico de la planta y la época del año, siendo la mesembrina el principal de todos ellos y el responsable en gran parte de los efectos sedantes.

La Kanna se puede aspirar, fumar, tomar como infusión, masticar o tragar, dosificando siempre la cantidad a ingerir, esto puede variar por la forma de administración y la calidad del producto, por lo que su rango oscila entre 20 miligramos de rapé (un preparado a partir de hojas secas) y 5 gramos de los elaborados orales, los usuarios indican que se da una potenciación mutua al consumir kanna con alcohol y/o cannabis.

Cuando se consumen las dosis habitualmente recomendadas no se producen efectos secundarios graves, tanto en consumos agudos como en consumos crónicos, tampoco hay dependencia, pues el kanna está considerado como un vegetal psicoactivo seguro. Se aconseja no consumirlo a la vez con fármacos serotoninérgicos. Los efectos secundarios son dolores de cabeza, apatía, hiporexia (trastorno alimenticio que consiste en la pérdida gradual del apetito, lo que genera que la persona que lo padece deje de comer), depresión.

Video: Las 5 Plantas más Alucinógenas que puedes encontrar junto a tu casa

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