Al hablar de cannabinoides hay que destacar que la planta de cannabis no sintetiza estos compuestos en su forma neutra, que es la manera como normalmente se consumen, sino que los produce en la forma ácida. Los cannabinoides se encuentran en la resina de la planta de cannabis cuando esta está viva o recién cortada, estos no producen los mismos efectos que cuando pasa por la llamada descarboxilación, a través del calor o la oxidación.
Esto quiere decir que el famoso THC no se encuentra en la planta del cannabis, pues lo que se encuentra en realidad es el THCA, un compuesto que no provoca el “subidón” que se asocia al consumo del cannabis. Para que los cannabinoides cambien de forma y ya no estén en forma neutra se los debe someter al calor.
Los principales cannabinoides presentes en la planta de cannabis son los siguientes: CBGA, THCA, CBDA, CBCA, CBGVA, THCVA, CBDVA. Una vez que estos pasan por el proceso de descarboxilación, estos cannabinoides que se encuentran en forma ácida se transforman en los compuestos activos que se conocen actualmente. Si el cannabis es consumido en forma de zumo con cogollos frescos los cuales están recién cortados de la planta, lo que normalmente se introduce en el cuerpo humano son los cannabinoides en forma neutra.
¿Cuáles son los cannabinoides que se encuentran en forma neutra?
THC:
Es el cannabinoide más famoso, es el responsable del efecto psicoactivo de la planta del cannabis. En el año 1964 Raphael Mechoulam aisló y sintetizó el THC, con ese descubrimiento se abrió paso a la investigación de otros cannabinoides y del sistema endocannabinoide. El THC es uno de los cannabinoides, junto con el CBD que se encuentran en mayor cantidad en la composición del cannabis. A través de la interacción del THC con los receptores situados en nuestro cerebro y en el sistema nervioso, se crea la reacción química que provoca el tan conocido “subidón” del cannabis.
Los efectos producidos son, dependiendo de la dosis y a corto plazo: deterioro de la memoria a corto plazo, euforia, relajación, alivio del dolor, hambre, sueño, ansiedad, sequedad bucal y enrojecimiento en los ojos. Aunque el THC se ha hecho famoso por su uso recreacional, también se sabe que tiene propiedades muy útiles en el ámbito medicinal, se ha demostrado que este cannabinoide puede ser efectivo en el tratamiento de varias enfermedades como dolor crónico neuropático, insomnio, glaucoma, apnea del sueño, fibromialgia, entre otros.
CBD o Cannabidiol:
Es el segundo cannabinoide más presente en la planta de cannabis y en los últimos años ha revolucionado a la industria del cannabis. Este cannabinoide no provoca ningún efecto psicoactivo y se asocia al uso medicinal. aunque también puede ser muy útil en el ámbito recreacional. A través de su interacción con los receptores del sistema endocannabinoide, el CBD puede contribuir a mantener el equilibrio de varias funciones del organismo, en especial del sistema inmune. Además, este cannabinoide contribuye a disminuir algunos efectos del THC que resultan no tan agradables como la ansiedad o la sequedad bucal.
CBN o Cannabinol:
Este cannabinoide no provoca un efecto psicoactivo, pero produce un efecto sedante muy potente. Tanto así que 5 mg de CBN es equivalente a 10 mg de Diazepam. Debido a que no provoca el efecto embriagante que si tiene el THC, el CBN ayuda a dormir sin tener la famosa resaca. Es decir, produce un efecto narcótico pero mantiene la claridad mental. A diferencia de algunos medicamentos que sirven para combatir el insomnio que en algunos casos pueden provocar adicción.
Este cannabinoide se encuentra en mayores niveles en las plantas de cannabis cuando estas han sido cosechadas tardíamente, esto ocurre porque el THC se convierte en CBN, así pues, si se desea que el cannabis tenga un efecto más sedante al consumirla, se debe cortar las plantas una o dos semanas más tarde de la fecha considerada como ideal.
CBC o Cannabicromeno:
Este cannabinoide es uno de los que están considerados dentro de “los seis cannabinoides principales” del cannabis. Aunque este no produce ningún efecto psicoactivo como el THC, varios estudios afirman que tiene un gran potencial en el ámbito medicinal. Este cannabinoide ha sido descubierto hace ya más de 50 años, sin recibir mucha atención, sin embargo, en los últimos años se está investigando más sobre sus posibles aplicaciones gracias al prometedor potencial que posee. A diferencia de los anteriores, no se une a los receptores CB1 del sistema endocannabinoide, sin embargo, si lo hace con el receptor TRPV1 y TRPA1, estos forman parte de los llamados receptores de potencial transitorio, situados en el sistema nervioso y que están ligados a la percepción del dolor. Por esa razón, varios estudios apuntan que el CBC podría utilizarse como analgésico entre otros usos.
CBG o Cannabigerol:
Los niveles de este cannabinoide normalmente son bajos, pues es de 1% aproximadamente, es muy importante saber que este compuesto químico es el precursor del THCA, el CBDA y CBCA. Debido a que tiene un gran potencial medicinal, desde hace algunos años los breeders se han esforzado cada vez más en crear nuevas variedades con altos niveles de CBG, que son los que últimamente están apareciendo en el mercado.
THCV o Tetrahidrocannabivarina:
Este cannabinoide tiene un estructura molecular muy similar al del THC, también conocido como tetrahidrocannabinol. Se encuentra en mayor concentración en las variedades afganas y se sabe que provoca psicoactividad, aunque la duración de este efecto es menor que la provocada por el THC. Se calcula que con este cannabinoide la experiencia psicoactiva reduce su duración entre un 20 – 25% respecto del THC.
CBDV o Cannabidivarina:
Este cannabinoide tiene una estructura muy parecida a la del CBD, conocida también como cannabidiol, es decir, no provoca psicoactividad y se encuentra en mayores cantidades en las variedades Landrace Índica. Aquellas cuya composición es baja en THC y alta en CBD, concretamente en las que crecen cerca a las áreas montañosas del norte de la India y que son utilizadas para realizar el famoso hachís nepalí.