La palabra cannabinoides hace referencia a todas aquellas sustancias químicas que se enlazan con los receptores cannabinoides del cuerpo y del cerebro, y que tienen efectos similares a los producidos por la planta de Cannabis Sativa.
Se sabe que se trata de un grupo de sustancias muy amplias, es por ello que se clasifican por la diversidad de cannabinoides que existen entre los que se encuentran los Fitocannabinoides (los cuales se encuentran en la planta de Cannabis Sativa), endógenos o endocannabinoides (los que producen los animales y el cuerpo humano) y, por último, cannabinoides sintéticos (aquellos que se diseñan en los laboratorios, no son naturales).
Los cannabinoides más conocidos en la actualidad son el THC, el cual tiene propiedades psicoactivas, y el CBD, al cual se le reconocen múltiples beneficios medicinales, los cuales no cesan de darse a conocer. A la fecha se han identificado más de 113 cannabinoides diferentes.
¿Dónde se encuentran los cannabinoides?
En las plantas
Los cannabinoides se pueden encontrar en todas las variedades de la planta cannabis sativa, aunque en algunas se encuentran en menor o mayor cantidad; también existen otras plantas que producen cannabinoides, pero no en la misma cantidad ni calidad que la producida por el cannabis o el cáñamo.
En el cuerpo humano
El cuerpo humano también produce sus propios cannabinoides naturalmente, a estos se le llaman endocannabinoides. Se llama sistema endocannabinoide a la red de cannabinoides y sus receptores correspondientes. Este sistema es esencial para que nuestro organismo funcione de manera correcta, es por ello que una deficiencia clínica del sistema endocannabinoide es relacionada con una serie de enfermedades y trastornos como, por ejemplo, la fibrosis quística.
Clasificación por su origen
Fitocannabinoides
Se ha descubierto alrededor de 70 fitocannabinoides, entre los principales se encuentran 9 -tetrahidrocannabinol (‘9 -THC o THC), ‘8 -tetrahidrocannabinol (‘8 -THC), cannabidiol (CBD) y cannabinol (CBN). Estos están incluidos en sus formas ácidas y neutras, los análogos y otros productos de transformación. Hay que mencionar que la planta sólo es capaz de sintetizar los fitocannabinoides directamente en sus formas ácidas no psicoactivas.
Los fitocannabinoides (fito significa planta en griego) son compuestos naturales terpeno-fenólicos lipófilos (solubles en grasa) y sus productos de transformación son derivados del género Cannabis (cáñamo), una planta herbácea mayormente anual. Se han descubierto cannabinoides también en otras plantas, como es el caso de la equinácea, la hierba de los dientes, la hepática, la pimienta negra y el cacao.
El término cannabinoide se refiere a una familia de moléculas con afinidad de enlace químico a los receptores corporales de endocannabinoides CB1 y CB2. El THC y el CBD son los cannabinoides más activos biológicamente que, al ser consumidos, emulan a los endocannabinoides humanos como la anandamida (AEA) y el 2-araquidonilglicerol (2-AG) en los sitios de unión de sus receptores. Hasta el momento se han descubierto más de 100 fitocannabinoides diferentes.
Los fitocannabinoides se sintetizan juntamente con los terpenos (componentes aromáticos, volátiles) en células secretoras ubicadas dentro de tricomas glandulares, y alcanzan su mayor concentración en las flores femeninas no fertilizadas de la planta de cannabis.
Endocannabinoides
Los endocannabinoides, por otro lado, derivan de los animales y del cuerpo humano, desempeñan un papel fundamental en los procesos cerebrales, inmunológicos, cardiovasculares y de forma menos clara, el metabolismo energético y endocrino. Los endocannabinoides “solo se sintetizan y ejercen sus efectos localmente, solo donde es necesario”.
Actualmente, algunos de los endocannabinoides identificados son la anandamida (N-araquidonil-etanolamida, AEA), el 2-araquidonil-glicerol (2-AG), el éter del 2- araquidonil-glicerol (éter de noladín), el O-araquidoniletanolamina (virodhamina), y la N-araquidonil-dopamina (NADA).
Los endocannabinoides son las moléculas que actúan como llave natural para los dos receptores cannabinoides principales, CB1 y CB2, y provocan su activación y posterior acción. La CB1 está principalmente ubicado en el sistema nervioso central, y es el responsable de los efectos mediados por procesos neuronales y los efectos “secundarios” psicoactivos.
Cannabinoides Sintético
El tener tanto conocimiento sobre los cannabinoides, sus diferentes tipos y estructuras, ha hecho posible que se puedan diseñar en laboratorios cannabinoides sintéticos. Entre los más conocidos están la nabilona y el naboctate, estos dos son ejemplos de cannabinoides que tienen propiedades terapéuticas. Sin embargo, el más potente y más conocido es el 11-hidroxi-THC, mayormente conocido como 11-Hidroxitetrahidrocannabinol.
A pesar de que los cannabinoides sintéticos pueden tener efectos protumorales, debido a sus propiedades inmunosupresoras, son predominantes los efectos inhibitorios sobre el crecimiento tumoral, migración, angiogénesis, metástasis e inflamación, lo que han despertado un reciente interés en su aplicación clínica en esta área.
De la misma forma que pasa con el cannabis medicinal, se ha sugerido que los cannabinoides sintéticos podrían ser útiles en el tratamiento de los tics y de las conductas obsesivo-compulsivas en pacientes con Síndrome de Tourette.
¿Qué hacen los cannabinoides?
Primeras etapas del desarrollo
Se ha demostrado mediante diversas investigaciones que los cannabinoides son una parte intrínseca de las funciones mas esenciales de nuestro cuerpo desde las primeras etapas de la vida. De hecho, es esencial un sistema endocannabinoide que esté en perfectas condiciones para que un embrión se pueda implantar correctamente, así como también es importante para que se desarrolle la respuesta instintiva del amamantamiento que conduce a la lactancia materna. Estos son solo un par de ejemplos de lo mucho que sirve tener un sistema endocannabinoide en perfectas condiciones y cuánto ayuda en el desarrollo inicial del ser humano.
Propiedades neuro protectoras y estimulantes del apetito
Las investigaciones actuales sobre enfermedades como demencias u otros trastornos neurodegenerativos han confirmado que los cannabinoides tienen efectos neuro protectores. También se relaciona a los cannabinoides psicoactivos con la neuro protección, específicamente con el THC, THCA y aún falta confirmar si con la THCV. Estos dos últimos tienen una estructura muy parecida a la del THC. Se sabe que la THCV reduce el apetito, una propiedad que comparte con otros cannabinoides como la anandamida.
